Algo de triunfalismo se ha visto en algunos sectores de la hinchada. No se entiende por qué. Acaso son hinchas del más veces campeón, el que más estrellas compró, o al que más goles le han hecho en el exterior?
Hoy en el partido de octavos de final, toda la hinchada debe saber que su obligación es una sola: llenar el tradicional Estadio Nemesio Camacho "El Campín". Hace unos años (de 2008 hacia atrás) éramos no más de 7.000 o 9.000¿ hinchas que ibamos a gritar al rojo, para sacar de la garganta lo que a veces no logran los jugadores en la cancha.
Hoy es distinto. Santa Fe tiene un balance positivo en futbol desde 2005, pero como se sabe, la hinchada santafereña no quería saber de resultados sino de títulos. Es hasta 2009 donde los buenos resultados vinieron acompañados del título en Copa Colombia. Luego el León quiso en 2010 y 11 comer un plato más apetecido: Liga Postobón. Fue esquivo en esos dos años hasta que en 2012 se lo devoró por completo. Hasta le causó indigestión en el segundo semestre del año. Luego para 2013 llegó con más hambre. En Copa Libertadores no perdió en la fase de grupos. En octavos de final se asustó, no con futbol, sino con un estadio gigante y con hinchas aburridos que gritaban una que otra vez.
Ahora el León es local
Para el juego de vuelta (merecido por ser el segundo equipo clasificado a octavos, e invicto en fase de grupos), el León estará acompañado de su hinchada. Los que fueron al partido contra Chivas y los otros que atrajo después de 2009 y el título de 2012. Esta vez la fiesta pinta muy argentina: rollos, papeles, tiras, banderas y canticos. Hinchada enloquecida por un sueño, el mismo consigado en uno de sus frentes: VAMOS A SOÑAR MÁS FUERTE.